“A los pocos días María se levantó y se fue
apresuradamente a una localidad de la zona montañosa de Judá; y entró en casa
de Zacarías y saludó a Isabel. En el momento que Isabel oyó el saludo de María,
la criatura saltó en su vientre; e Isabel se llenó del Espíritu Santo, exclamó
con fuerte voz y dijo:” ¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu
vientre! ¿Quiñen soy yo para que me visite la madre de mi Señor? En el momento
que he escuchado tu saludo, la criatura saltó de gozo en mi vientre. ¡Bienaventurada
seas por haber creído! Pues se cumplirá lo que te fue dicho de parte del Señor”
Entonces María dijo:
Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi
espíritu en Dios mi Salvador. Porque ha mirado la humilde condición de su
esclava, por eso, desde ahora todas las generaciones me llamarán
bienaventurada. Pues grandes cosas ha hecho el Poderoso por mí, Santo es su
nombre, y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación. Ha
hecho proezas con su brazo; ha esparcido los soberbios de corazón. Ha quitado a
los poderosos de sus tronos; y ha exaltado a los humildes. A los hambrientos
los ha colmado de bienes y ha despedido a los ricos con las manos vacías. Ha
ayudado a Israel, su siervo, acordándose de su misericordia, tal como había
prometido a nuestros padres, a Abrahán y a su descendencia para siempre.
Y María se quedó
con Isabel unos tres meses y después volvió a su casa”
COMENTARIO
La tradición identifica esta localidad dónde
vive Isabel con su esposo Zacarías en Ain Karim, situada efectivamente en una
zona montañosa de Judá a 8 Km de Jerusalén. Este viaje de María a los pocos
días de haber recibido el anunció del ángel, es muy escandaloso. Era un
escándalo en aquél tiempo y aquella cultura que una joven desposada hiciera un
viaje sola. En el texto no se dice que José fuera con ella ni ninguna otra
persona de su familia.
¿Por qué hace María este viaje? ¿Por qué sale de
Nazaret de manera apresurada? ¿Por qué se arriesga así? Su actitud es un
escándalo ¿Por qué lo hace?
Va a compartir con Isabel su experiencia de
Dios, el gozo, la experiencia de haber concebido de manera sobrenatural. Isabel
tiene la misma experiencia. Yahvéh, Dios Todopoderoso ha hecho con su poder
concebir a una mujer estéril y ya mayor y a una joven virgen.
María va a compartir con Isabel esta experiencia
absolutamente entusiasmante del poder de Dios manifestado en sus vidas. Isabel
es la amiga, la persona que la puede comprender. Tal vez María había
permanecido en silencio, sin poder compartir con nadie el gozo intenso que
sentía.
Cuando María entra en casa de Isabel y la saluda
enseguida se llena del Espíritu Santo. Es gracias a la nueva vida que lleva en
su seno, Juan estuvo siempre lleno del Espíritu Santo.
Isabel actúa aquí como profetisa, llama a María:
“la madre de mi Señor” que es como decir claramente:”la madre de mi Dios”
La postura que toma aquí Isabel es absolutamente
sorprendente, anticipa un valor del evangelio que Jesús intentó transmitir
durante su vida mortal. El valor de la humildad, de saberse igual a los demás,
de no pretender ser más importante, de mayor categoría. Es la postura de los
“anawim” que ponen su confianza sólo en Dios, en ningún otro valor, sólo en
Dios; y que se saben iguales a los demás.
Isabel socialmente y culturalmente era de más
rango que María, porque es la esposa de un sacerdote, por tanto una judía de
raza pura. María sin embargo es joven y provienen de Galilea, sus habitantes
vivían muy mezclados con los paganos, además su esposo es solo un artesano. Y
sin embargo, siendo Isabel más importante, se abaja y reconoce en María a la
madre de su Señor, y además la bendice. A cualquier judío de la época este pasaje
le resultaría absolutamente escandaloso.
María al ser reconocida en su identidad por
Isabel, y al estar con la mujer con la que comparte experiencia de Dios rompe
en un cántico de alabanza a Dios. Es la riqueza de su experiencia que la hace
alabar así a Dios. Alaba a Dios por la obra de Yahvéh en ella misma, en la
humanidad y en el pueblo judío. Es un canto en favor de los pobres, los que no
tienen nada y depositan su confianza en Dios. Es claro que Yahvéh prefiere a
los pobres.
¿Tienes alguna experiencia de Dios que te gustaría compartir con alguien y no encuentras con quién hacerlo?
¿Serías capaz de romper esquemas como lo hacen María e Isabel en este pasaje?
¿Qué te parece la postura de los anawim, la podrías aplicar a tu vida?
Atrévete a escribir tu propio magníficat, un canto de alabanza a Dios por lo bueno que ha hecho en ti y en la humanidad.
Inma Fabregat
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